El principal enemigo de los vegetales frescos es el oxígeno. Este gas presente en el aire que respiramos propicia el desarrollo de microorganismos causantes de la descomposición natural de los alimentos. Por esta razón se recurre a menudo al envasado al vacío, para minimizar el efecto del oxigeno y extender la vida útil de nuestras frutas y verduras. Sin embargo, existen ciertos vegetales y cortes específicos que no resisten la presión del vacío, como las hojas verdes o las cebollas cortadas en cubos, por ejemplo.

Nuestros productos con Atmósfera Modificada son procesados durante el empaque, reduciendo el porcentaje normal de oxigeno en la bolsa del 20% a solo un 4%, para garantizar su preservación y presentación por más tiempo.